Hasta ahora el espiritu de este blog ha sido demasiado filosofico. No esta mal, me gusta que sea asi. Sin embargo, si pienso seguir por este camino se me van a acabar las cosas que decir bastante rapidamente. Por eso, quiero advertir a mis dos lectores que puede ser que en un futuro no muy lejano haya nuevos temas que se alejen un poco de la imagen inicial que se puede tener de este blog. Todo con tal de darle un poco de vida.
No quiero hablar del miedo a las alturas sino de la sensacion vertiginosa ante circustancias de nuestras vidas. A todos nos ha pasado. La sensacion de tirarse a un pozo sabiendo que no tiene fondo. No es mas que la manifestacion de la incertidumbre, uno de los maximos enemigos del ser humano. La pregunta no es como puede evitarse este vertigo sino si realmente es necesario evitarlo. Todos sabemos que no se aprende nada de la incertidumbre en si excepto la firme intencion de no volver a pasar por ese trance una vez superado. No obstante, parece indiscutible que casi todas las ocasiones en que se mejora en la vida, en la que se da un paso adelante en el camino a la felicidad, van precedidas del vertigo de la incertidumbre. Y normalmente vale la pena. Al final uno se termina acostumbrando a ese vertigo, como en las atracciones de la feria, e incluso llega a hacerse necesario.
Cosas que me han impedido escribir con cierta regularidad o simplemente escribir. Tampoco tengo muchas cosas que decir, cosas interesantes al menos, pero algo habria escrito para las dos personas que de vez en cuando me leen. Aunque, a decir verdad, gran parte de las circunstancias que me han apartado de mis labores actualizadoras del blog son consecuencia directa de una de estas personas.
No voy a escribir nada mas de momento, solamente queria advertiros de que posiblemente vuelva a hacerlo. Cuando las cosas se calmen y me asiente un poco. Por cierto, quiero dejar claro que estoy muy contento, feliz y satisfecho con las circunstancias actuales de mi vida, a pesar de lo desestabilizantes que puedan ser.
Cierto, es una desfachatez no escribir nada desde que abrí el blog en marzo y, sobre todo, tampoco tener ahora nada que escribir. Pero ¿qué queréis?, me daba pena ver esto tan vacío. Además como prácticamente solamente lo voy a leer yo, pues ¿qué más da?, ¿por qué me entretengo dándome explicaciones a mí mismo?. La razón es simple, casi sin querer ya he escrito tres líneas y, del mismo modo que el soneto que Violante mandó hacer a Lope de Vega, el artículo está prácticamente hecho sin quererlo. Aunque, una vez puestos, es una lástima no seguir escribiendo.
El Destino, los designios del Altísimo o, como yo prefiero decir, las circunstancias son los que dirigen nuestras vidas en una dirección y no en otra. Es todo lo mismo. Pequeñas circunstancias (o decisiones basadas en ellas) abren diferentes caminos de los cuales podemos tomar solamente uno dejando sin recorrer el resto, caminos que sólo tú podrías haber recorrido. Hay quien sostiene que todos esos caminos se recorren en mundos paralelos pero, como no trato de hacer una novela, mejor obviar esto y, sobre todo, la posibilidad de portales dimensionales que conecten estos mundos.
Sin embargo, nuestra capacidad de raciocinio y abstracción nos permite simular, con los algoritmos desarrollados a lo largo de la experiencia de una vida, los caminos no recorridos. Esto puede ser útil antes de llegar a una encrucijada. Una vez sobrepasada, la simulación sólo sirve para mejorar el algoritmo de la experiencia, un algoritmo tan impreciso, inexacto y poco fiable que resulta increíble que sea la base de nuestras decisiones.
Una dirección implica nuevas encrucijadas, es decir, la decisión más nimia puede dar lugar a diferencias abismales. Todos somos conscientes de ello y, Dicho así, parece difícil vivir y realizar esas decisiones o aguantar esas circunstancias. Sin embargo, la mente humana siempre y casi de forma automática, evita estancarse en esas diatribas durante mucho tiempo, con lo cual podemos seguir realizando decisiones y seguir viviendo.
Copérnico ya rebatió la idea del geocentrismo hace siglos, y más tarde su teoría heliocéntrica también fue abandonada cuando se supo del giro del propio Sistema Solar con respecto al centro de nuestra galaxia, la vía láctea, que a su vez también gira. Sin embargo, filosóficamente no se puede hacer esta evolución hacia el exterior. Todo gira subjetivamente alrededor de cada individuo. El ser humano es y no puede ser más que egocéntrico. Todo lo que hacemos en nuestra vida repercute en nosotros y, por tanto,es para nuestro propio beneficio (o perjuicio cuando sale mal). Incluso los actos en teoría más desinteresados se realizan por elevar la idea de uno mismo, por sentirse mejor. Basándose en qué hace sentirse mejor o peor a una pesona, realizamos su clasificación moral. Sin embargo, la motivación de los actos de todas las personas es la misma: sentirse mejor directa o indirectamente.
Siempre he tenido ideas en mi cabeza para escribir desde relatos hasta columnas de opinion. Y en mi cabeza las he desarrollado y las he escrito y me he quedado satisfecho con el resultado. Pero siempre en mi cabeza. Nunca llegaban a soporte fisico alguno. No es lo mismo cuando se espera que alguien lo lea.
Uno de los problemas que me han llevado históricamente a no escribir es la pereza, fiel e inseparable compañera. Sin embargo no es el unico problema. Cuando escribo algo siempre pienso que no está a la altura, que no soy más que un escritor mediocre que se cree algo más y que daría a conocer mi vanidad si divulgara mi supuesta obra. Lo cual no es falsa modestia, es cierto.
Dicho esto, quiza haya llegado ya la hora de ser un poco condescendiente conmigo mismo y de regodearme en mi propia mediocridad. Y, aunque nunca haya tenido la suficiente fuerza de voluntad ni para escribir un diario, tal vez sea este el momento de empezar a sacar ideas de mi cabeza y transformarlas en series ordenadas de caracteres alfanuméricos. Sin ninguna finalidad en concreto.
Sí, cierto, en un primer artículo se espera algo más y no digo nada de interés, ni siquiera lo digo de una manera elegante. Pero ¿a quién le importa? A mí no.
Por fin tengo mi blog personal. ¿Por qué llamarlo versión beta?, os preguntaréis (suponiendo que haya alguien leyendo esto), pues simplemente porque no es más que eso, una versión beta, un ensayo, una prueba, un borrador de lo que podría ser un blog serio en un futuro. En definitiva, mi objetivo era juguetear con el ordenador para ver cómo se hace un blog. Además si escribo cosas que puedan considerarse que no están a la altura siempre puedo decir que "es que es una versión beta". Quizá vaya bien, y sea éste mi blog definitivo ¿quién sabe?.